viernes, 8 de agosto de 2025

La comunidad del bosque

Antonio Iñesta. Blog Web2.0 y Salud http://fecoainesta.blogspot.com.es/

El bosque que hay cerca de mi casa se ha convertido en el lugar común donde la gente de todas las urbanizaciones de alrededor, van a pasear, pasear al perro, a correr, a biciclear*, a charlar, a verse, a compartir, hasta el punto que digo que se ha creado una “Comunidad del Bosque”. El subconjunto más numeroso sin duda es el de los que pasean al perro, se juntan, se encuentran, comparten los picos de pan que llevan para recompensar a los perros, es solo tocar la bolsa y cuando lo escuchan los perros vienen a que les den alguno, crujen bien, pueden ser de distintos tipos y sabores. Pasas al lado de estos grupos y oyes unas palabras muy especializadas, deben ser parecidas a cuando antes paseaban a los niños, ahora adaptadas a perros, cosas de salud, veterinarios, como cagan, cortan el pelo, los lavan, en las gasolineras ya tienen su aparato para lavarlos después del paseo. Antes, generalmente, pasear a los niños era cosa de mujeres, ahora con los perros, no hay diferencia de géneros, incluso creo que es una excusa para ligar. El siguiente, son los que pasean sin perro, no les gustan y se quejan de las cagadas que todo lo invaden o de los ladridos que tan molestos son y mucho más cuando un perro es dejado solo en su casa y se ponen a aullar. Ya nuestro mundo se ha convertido en perruno, sus parásitos (Borrelia, Rickettsia, Giardia, Leishmania y otros) pueden transmitirse a los humanos a través del contacto directo con heces, saliva, picaduras de insectos o contacto con objetos. Recientemente ya escribí sobre la leishmaniasis (En busca y captura de la causa, Blog 2/06/2025), y pueden originar enfermedades muy graves, y a veces mortales. Los sin perro, también se conocen, se saludan, a veces se paran y entablan conversaciones más o menos banales, incluso pasean juntos. Esto no es tan común porque cada uno tiene su ritmo, sus horas y sus exigencias, por eso digo que una breve conversación es lo habitual. Salud, viajes, el tiempo, comentarios sobre otros miembros de la comunidad conocidos y raramente temas internacionales (palestina, Ucrania, el puto Bufón, el Bibi genocida), y nada de política nacional que ya sabemos que trae problemas, porque, aunque creemos que tenemos olfato sobre las inclinaciones a veces uno se puede equivocar y no merece la pena. Abundantes son los que caminan en grupo con bastones similares a los de esquí (marcha nórdica) con un entrenador que dirige los ejercicios. Otros son los que corren, con los que lo máximo es un saludo, salvo que los conozcas mucho y puede haber una breve parada corta para no estropear su ritmo. Los que biciclean, y son muchos, prácticamente no hay contacto, porque casi siempre, si van por un camino por donde pueden ir, casi siempre molestan, te hacen apartar, te asustan cuando aparecen por detrás sin hacer ruido y como no pueden tocar el timbre en el bosque, pues tienes que estar siempre al borde de un atropello. En el caso de que el sendero sea estrecho y no sea una vía permitida para bicis, peor, porque pasa lo mismo, pero encima te cabrean, y lo que ya es insoportable es cuando te ves venir a una larga fila de bicis en plan “descubrir una nueva ruta”, a gran velocidad, empiezas a gritarles y amenazarles con el bastón, pero ni por esas, pasan riéndose de esos viejales que se creen los dueños del bosque. Otra parte de la Comunidad del Bosque son los animales que lo habitan, sobre todo aves. Los conejos, a los que ves en abundancia cuando sales temprano y todavía los perros no los han espantado. Los jabalíes, que raramente ves, aunque dejan su rastro por las zonas húmedas, como si hubiese pasado un arado, en busca de raíces y tubérculos, curiosamente no deben de comer muchas bellotas que son muy abundantes en el suelo cuando caen maduras del árbol. Puede haber algún zorro, pero últimamente no hemos visto ninguno, el último que vimos tenía sarna. La urraca, es una de las aves más abundantes, están en todas partes, como si defendiesen un territorio, con plumaje blanquinegro, que adquiere bellas irisaciones, son ruidosas lanzan sonidos roncos, el más frecuente es como un chac-chac. Los mirlos, con un plumaje negro los machos y marrón las hembras y ambos con el pico de color naranja-amarillo brillante, que corren más que vuelan para esconderse en la vegetación alrededor del arroyo, con un canto suave. La abubilla, pasa mucho tiempo en el suelo donde se alimenta de grandes insectos y larvas, que caza escarbando en el suelo, con su característica cresta con las plumas anaranjadas y las puntas negras, que sube cuando se asusta, que es lo habitual a pesar de posarse siempre lejos del camino. El picapinos, que golpea los pinos como un tamborileo para comunicarse, en cuyo plumaje dominan los tonos verdosos, despoja a los árboles de los insectos. El petirrojo, ave pequeña y rechoncha, con color rojo anaranjado en el pecho y frente, se mueve dando saltitos. Los tordos y estorninos son más pequeños que los mirlos, parecen de color negro, son pájaros muy ruidosos, además, son gregarios, es decir se le ve en grandes grupos o bandadas durante parte del año especialmente cuando maduran las aceitunas. Hay también una amplia variedad de pájaros pequeños del tamaño del gorrión y distintos plumajes, pero no somos capaces de identificarlos. En lo alto, a veces se ven grandes rapaces como el milano negro o el azor que anidan en las copas de los pinos altos. Antes veíamos una pareja de cernícalos que anidaban en la pared o techo de una casa abandonada, ahora hemos dejado de verlos. Serpientes también hemos visto, vivas o su cambio de piel y por supuesto muchas lagartijas. Bueno no quiero ser exhaustivo y creo que he incluido la mayor parte de los animales que he visto y he podido más o menos identificar.

*Nota: Biciclear, verbo inventado para indicar alguien pedaleando en una bicicleta. 

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