La iglesita
de estilo gótico – barroco de los siglos XVI y XVIII, con una puerta lateral
que no se usa de estilo románico que queda de la iglesia anterior, así como
unos murales pintados que están detrás del retablo y que no se ven, aunque uno
de los que nos vendían recuerdos y que había sido monaguillo los había visto
multitud de veces. Tiene un retablo que incluye la figura de San Andrés, que
fue un apóstol compañero de Santiago y a quien está dedicado el santuario.
Según decía la leyenda quien no conoce San
Andrés de Teixido en vida lo conocerá una vez muerto. Parece ser que el
Santuario de San Andrés, siempre se encontraba vacío provocando la soledad y
desolación del santo que observaba con cierta envidia como el Apóstol Santiago
era visitado por peregrinos de todas partes del mundo. Un día
recibió la visita del Señor, como quiera que el Santo formulara sus quejas, el
Todopoderoso le prometió que a su santuario acudirían en romería todos los
mortales y, quien no lo hiciera vivo, vendría a verle muerto (en gallego “vai de morto o que non foi de
vivo”).
Las casas de
los alrededores, la mayoría tipo dálmata, viven del turismo. Me compré un
bastón pero no era rústico sino industrializado, también compramos varias
pulseras de ojos de gato para mis tres nietas y dos pajaritos de barro de esos
que se llenan de agua y parece un pájaro cantando. Le había roto el anterior
pájaro a una de mis nietas, Inés, y le había prometido comprarle otro.
No vimos los "milladoiros" o montones
de piedras (rito de potencia que consistía en coger una piedra del monte y
arrojarla en los milladoiros), que se encuentran en el Camino Viejo de San
Andres de Teixido, camino que se realizaba a pie por los peregrinos,
actualmente muy abandonado debido a que todo el mundo usa la nueva pista
asfaltada para subir al santuario. Según revisé en la información turística, al
menos existen 9 milladoiros de un tamaño grande y en buen estado de
conservación, aproximadamente de 9 m de diámetro y una altura de unos dos
metros. Nos indican que probablemente San Andrés se trate de un enclave de
culto celta en su pasado y posteriormente cristianizado.
Seguimos el
viaje por el mirador natural de Vixía de Herbeira, en la que parece ser
la mayor cota de un acantilado sobre la mar que podemos encontrar en Europa,
620 metros de altura. Los acantilados originados por la entrada hasta el mar de la Sierra de
Capelada, en cuyas partes más altas nos envolvió la niebla dándole un halo
mágico a esta zona. Vimos vacas y terneros sueltos
en la montaña así como caballos salvajes, pequeños de largas crines, de
raza galego-astur y que según la leyenda fueron los que permitieron a los
antiguos habitantes de esta zona resistir a los árabes cuyos veloces caballos
se despeñaban en estos bravos montes.
Junto a los
acantilados de la zona de Herbeira figura una placa recordatoria de Leslie
Howard
y de sus compañeros del vuelo 777 de la KLM, que el 1 de
junio de 1943 fue derribado por una patrulla de Junkers 88 alemanes que
sobrevolaban el golfo de Vizcaya a 150 millas del cabo Ortegal frente a los
acantilados de San Andrés de Teixido. Las metralletas desgarraron el fuselaje
del avión y los Junkers siguieron hasta la mar la caída en barrena de su presa.
Murieron el piloto, 3 miembros de la tripulación y los 13 pasajeros, entre
ellos Leslie Howard, cuando regresaban en un vuelo regular desde Lisboa a las
Islas Británicas (Bristol). Leslie Howard, británico, estrella de Hollywood, de
viaje por la península en una gira de conferencias por España y Portugal sobre
cine, ha pasado a la historia como Ashley, el amante despechado de Escarlata
O'Hara en Lo que el viento se llevó.
Al
principio se creyó que el derribo fue debido a que los alemanes creían que iba
en el vuelo el premier británico Churchill que había tenido una entrevista con
el Presidente Roosevelt
en
el Norte de África el 28 de mayo de 1943, pero en 1984 el hijo de
Leslie, el también actor Ronald Howard, recopiló en una biografía de su padre
documentos ingleses y alemanes que probaban que el ataque estaba dirigido
contra Howard considerado agente de los servicios secretos británicos en
labores de información, espionaje y propaganda. El Gobierno británico le invitó
a impartir una serie de conferencias en España y Portugal. El actor era una
cara conocida y en ese momento parecía poca toda ayuda para evitar que la neutral
España se decantara por el eje Berlín-Roma. Llegó a la península el 28 de abril
de 1943. Primero pasó por Portugal. Luego, los círculos anglófilos del triste
Madrid de la posguerra recibieron a Howard como un dios. Fue la estrella de
recepciones, corridas de toros y juergas flamencas. El inglés consiguió
introducir una inyección de moral en los partidarios de los aliados en España y
se dedicó a recopilar información por medio de entrevistas con autoridades
españolas, entre otros. Parece ser que entregó una carta de Churchill a Franco,
por medio de una antigua novia española, Conchita Montenegro, mujer
de un capitoste falangista que facilito la entrevista, para convencerle que no
entrara en la guerra al lado de los nazis. Una historia intrigante y novelesca
que ha sido objeto de más de un libro e incluso se ha intentado hacer una
película con la historia. http://www.cafebaramarina.com/nordesiaibis.pdf
Seguimos a Ortigueira, una
preciosa villa en medio de la ría del mismo nombre, donde comimos un buenísimo
y abundante pulpo a feira en que por primera vez el pulpo era mucho más
abundante que la patata. De allí a Bares, que por cierto en la entrada del
pueblo ponen Vares, y al faro de la punta de Estaca de Bares, el punto más
septentrional de la Península Ibérica, que se utiliza como separación del
Atlántico y el Cantábrico. El faro es pequeño de altura (comparado por ejemplo
con el faro del Cabo de Peñas) y casi daba la impresión de que no se vería
desde el mar por la zona y matorral que hay detrás del faro, que sigue como una
estaca hacia el mar y donde hacía un frío y viento tremendo. Por fin podía ver
lo estudiado, la Estaca de Bares, un sitio bonito, solitario, frío, ventoso y
digno de ver.
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