Poder determinar el consumo de medicamentos genéricos en América Latina es
una misión imposible por dos razones fundamentales. La primera es que no existe
una interpretación homogénea sobre lo que se entiende por medicamento genérico
(MG) en los distintos países del subcontinente y cuando se habla de consumo de
MG hay una mezcla de conceptos heterogéneos, incluso en los países en que están
definidos y se puede hablar de genéricos equivalentes terapéuticos, porque
conviven con otros que no tienen esas condiciones estrictas de equivalencia.
En efecto hay países como Brasil y México en que está determinada
la definición legal y técnica de MG en un sentido similar al de la Unión
Europea; otros países sin definición de MG pero con definición de términos asociados
como Chile (Medicamento Bioequivalente), Uruguay (Medicamento Intercambiable, Medicamento Similar
o Equivalente Farmacéutico, Alternativa Farmacéutica), Argentina (Medicamento
Similar), Colombia (Medicamento Competidor), Costa Rica (Medicamento multiorigen,
Medicamento de nombre genérico); por último países con una definición de MG que
no implica bioequivencia ni siquiera equivalencia farmacéutica como Perú, Bolivia;
Panamá, Ecuador (definición más amplia), etc.
En segundo lugar porque no se encuentran datos en las
administraciones sanitarias de los respectivos países, solo declaraciones
inespecíficas y no sistemáticas a la prensa. Eso sí, si se paga puede encontrar
múltiples estudios hechos fundamentalmente por compañías multinacionales y
gabinetes de estudios de mercado, que le pueden dar lo que quieran y con datos
interpretables en el sentido que desee el pagador, casi siempre trabajan con
porcentajes sin determinar bien sobre que obtienen dicho porcentaje.
Bueno todo un sin sentido para los estudiosos de este
campo. A pesar de todos los inconvenientes y limitaciones, rastreando las
distintas fuentes, declaraciones, artículos y material gris se puede sacar una
estimación.
El mercado global de genéricos se estima en alrededor de 225 mil
millones de dólares de EEUU (US$) en 2011, sobre un 26% del
mercado total de medicamentos. El mercado de América del Norte (EEUU y Canadá) se
estima que alcanzó casi 73 mil millones de US$ en 2011. Los mercados emergentes representan la segunda categoría más
grande en el mercado de medicamentos genéricos con 57 mil millones de US$ en 2011.
Los tratados de libre comercio suscritos por Estados
Unidos con Chile, Centroamérica, y la República Dominicana han aumentado el
plazo de protección de las patentes por encima de los 20 años consagrados por
el Acuerdo ADPIC (Trips, acuerdo
sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el
Comercio) que establecieron la exclusividad
de la comercialización de productos farmacéuticos a través de la protección de
los datos de prueba y vinculan la protección de patentes con el registro
sanitario de productos (link-age, relacionado con la antigüedad del registro),
obstaculizando la entrada de medicamentos genéricos en el mercado.
No todos los Tratados de Libre Comercio suscritos hasta
el momento tienen el mismo alcance. Puede decirse que el CAFTA (Central America
Free Trade Agrement) y el DR CAFTA (Dominican Republic Central America Free
Trade Agrement) contienen el estándar más elevado de protección en la región,
mientras que el suscrito entre Estados Unidos y Perú ha sido levemente
flexibilizado por la Enmienda propuesta por el propio Congreso norteamericano
en 2007. Como consecuencia de ello, Perú logró evitar la extensión del plazo de
las patentes para los productos farmacéuticos y el link–age.
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