viernes, 25 de mayo de 2012

Atención sanitaria frugal, consciente de los costes


En la edición de fin de año The Economist sacó su “The World in 2012” y uno de cuyos artículos “The frugal way, the promise of cost-conscious science” (http://www.economist.com/node/21537051), me encantó. En el mundo desarrollado occidental la ciencia está obsesionada con los superlativos: la medida más exacta del tiempo, la estrella más lejana, la partícula con más alta energía, etc., pero acercarse a lo que representan estos superlativos es muy caro. Más allá de la discusión entre "lo superlativo" y "lo coste-efectivo", está plantearse si la finalidad de la ciencia es generar conocimiento como un bien abstracto, con beneficios impredecibles para la sociedad que paga por ello, o debería pensar más en como servir a necesidades más inmediatas de la sociedad.
La atención sanitaria es un ejemplo. La medicina occidental hace muchas cosas bien, pero el corte en el crecimiento de los gastos como consecuencia de la crisis económica en determinados países, como España, pueden llevar a contracciones selectivas en la cartera de prestaciones y servicios o exclusión de colectivos vulnerables del aseguramiento público, originando inequidades en la Sociedad.
Entonces, ¿cuál debe ser la base para la atención sanitaria asequible? Responder a esta pregunta requiere considerar una atención sanitaria frugal que podría estar más relacionada con la salud pública occidental que con la medicina de alta tecnología. La carrera puede no ser a lo más superlativo, sino más bien a lo más coste –efectivo, a lo más eficiente.
La ciencia que conduce a atención sanitaria asequible para África puede ofrecer algunas de las mejores formas de reducir el coste de la atención sanitaria en el mundo occidental. Fundaciones como la de Gates, Wellcome y otras, ya están desarrollando medicina frugal, y gran parte del gasto sanitario en los países en desarrollo se basa en tecnología que es, por necesidad, frugal – pruebas diagnosticas de bajo coste, manejo de la diabetes u otras enfermedades crónicas o información nutricional por teléfono móvil, ecografías por dispositivos parecidos a móviles (dispositivo de ultrasonidos portatil de GE, el Vscan), etc. Aunque fuerzas poderosas luchan contra las alternativas de bajo coste porque amenazan sus lucrativos negocios.
El cáncer y otras enfermedades crónicas llevarán a la quiebra a los sistemas de atención sanitaria. Se sugiere que una proporción sustancial de la carga mundial del cáncer podría prevenirse mediante la aplicación de los conocimientos existentes sobre el control del cáncer y por la ejecución de programas de detección temprana, de control del tabaco, de vacunación, así como campañas de salud pública para promover la actividad física y el consumo de una dieta más sana.
No se están dedicando esfuerzos para identificar y promover actividades sencillas y que pueden realizar los propios individuos, que disminuirían de forma significativa la aparición o agravamiento de enfermedades crónicas. No se está haciendo lo suficiente para que los ciudadanos se enfrenten a sus prácticas insalubres, peligrosas, inseguras y mórbidas. Todo tiene que solucionarlo el gobierno, y ahora que este no da más de si porque se ha malgastado, robado, prevaricado y volvemos a ser pobres, lo único que se hace es protestar, nadie dice “que puedo yo hacer para mejorar la situación”, toda la culpa la tienen los demás, el gobierno, la banca, la iglesia, los políticos, etc. y no nos acordamos de cuando Becketteamos durante tanto tiempo, pensando que no iba la cosa con nosotros.

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