domingo, 3 de marzo de 2024

La Pija

 Antonio Iñesta. Blog Web2.0 y Salud http://fecoainesta.blogspot.com.es/

No había tenido oportunidad de relacionarme anteriormente con alguien como ella, pero sí decididamente era una “pija”, lo cual es raro dado que me había relacionado seguramente con miles de personas dado que he sido profesor en la universidad y ámbitos postgrado. Al final tenía que ser en mis paseos por el bosque, una vez jubilado, cuando iba a relacionarme con una. Iba con un perro blanco grande, y a base de -Buenos días, -Buenos días; -Hace mucho calor (frio) hoy, ¿no? -Pues sí pero mucho menos que ayer; -Pero hoy ha salido muy temprano porque ya está de vuelta, -Sí he tenido que levantarme antes porque mi marido se iba de viaje. Es decir, una serie de conversaciones más o menos banales con las que iniciamos un conocimiento en estos paseos, después, se puede pasar a una amistad más o menos consolidada. En invierno, llevaba casi siempre un abrigo como de astracán del que salían hebras, unas botas marrones de media caña y faldas, no era de pantalones. Hablaba con un deje especial de pija y poco a poco fue contando su historia, con muchas lagunas, pero que yo las iba anotando en mi memoria encajando unos detalles con otros. Estaba casada con el hijo de un conocido amigo mío, personaje de mucha enjundia que tenía un chalet aislado en la urbanización. Como yo sabía que era suyo (el chalet), aunque nunca había vivido en él, por eso deduje que sería su hijo y la susodicha, su mujer. Ella era norteamericana de Nueva Orleans, pero se había criado en España, supongo que en Madrid en la zona de la calle Serrano donde abunda el pijerio y que, debido a su nivel económico o social, se relacionó y acabó casándose con el hijo de mi amigo. Tiene dos hermanos viviendo en Nueva York, donde hace un frio del carajo cuando caen las grandes nevadas del invierno que dice que no soporta porque su herencia genética es de clima cálido. Su hijo es geólogo y trabaja en grandes minas, antes en Suecia y ahora se va a Australia a otra gran mina. Su marido no sé qué es, solo que acaba de jubilarse y ahora pasea al perro, por eso últimamente no la vemos por el bosque, la vemos de vez en cuando en el super y curiosamente en uno de los baratos. Nos para, nos da unos besos como grandes amigos y nos cuenta lo indecible. Yo casi no la reconozco y solo después de un tiempo de charla consigo ubicarla. Debe estar un poco aislada porque sino no comprendo esas grandes euforias al encontrarnos. Llevaba pocas cosas en la cesta y nos enseñó con gran interés una especie de pasta de tomate para poner encima de la base de pizza que dice que es buenísima y que solo se vende en este super, yo no sé si esta explicación es una justificación de porqué le vemos en un super de bajos precios, pero mi mujer dice que le ha visto ya varias veces en el mismo. Bueno es una cuestión de apreciaciones porque también hay que considerar que si no quisiera que la viéramos se escondería de nosotros. Es un personaje que me intriga y todavía me faltan detalles para encajar con los que ya tengo y poder así hilvanar una historia completa. Pero si se presenta la oportunidad la completaré.

Nota. Pijo, pija: dicho de una persona: que, en su vestuario, modales, lenguaje, etcétera, manifiesta afectadamente gustos propios de una clase social adinerada. Usado también como sustantivo. (Real Academia Española de la Lengua).

Pijerio: conjunto de personas pijas.

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