Antonio Iñesta. Blog Web2.0 y Salud http://fecoainesta.blogspot.com.es/
Un ámbito donde se puede observar cómo lo obvio*
no necesariamente es parte de la práctica habitual, es en el ámbito sanitario.
Quizás sea porque una vez que caes en este ámbito puedes convivir con gente
desde culta a muy cateta y entonces resaltan todavía más estas diferencias,
aunque hay que destacar que el hecho de ser culto no necesariamente implica
tener conocimientos sobre estos temas. Por ejemplo, te citan para una ecografía
de la vejiga-riñón, si no te has leído las instrucciones o la cita es telefónica
y no se anota lo que te indican, vas a la cita con la vejiga vacía o medio
llena y tienes que tomarte una botella o dos de agua para llenar la vejiga y
poder hacer la ecografía, esperando una hora o más. En radioterapia se debe
entrar en la sala donde te irradian con la vejiga llena. Esto de la vejiga
llena es todo un arte y un martirio. Normalmente uno no es dueño de su vejiga,
las micciones se suceden cada vez que se llena medianamente y es difícil o
imposible resistirse a esa fuerza telúrica. Si a esto se añade que se debe
beber un litro y medio de agua entre cuarenta y cinco y treinta minutos antes
de la terapia, se puede entender que cualquier modificación en la hora de
entrada en la terapia origina unas tensiones en el equilibrio miccional dentro-fuera,
que es difícil de controlar. La cara de los que esperan está tensionada, no
piensan en otra cosa que no sea como van a aguantar. Además, si toman un
diurético para la tensión arterial por la mañana y la prueba también es por la
mañana, es un impedimento para que puedan mantener la vejiga llena y deberían
advertir que deben posponer tomar la medicación hasta después de la prueba. Si
vas a que te instalen un holter de presión arterial, un dispositivo que
registra la presión arterial en forma continua 24 horas durante la actividad
normal, no es obvio que te pregunten si has traído pilas para el terminal. -
Oiga porqué tengo que saber que hay que traer pilas y de que tipo.
Presencias situaciones chuscas*, como que le van
a hacer a alguien un TAC abdominal y le preguntan si va en ayunas, -el paciente
dice que no, -y ¿qué ha tomado?, -pues en la churrería que hay aquí al lado del
hospital me he tomado un chocolate con churros, - pues ya sabe, dese una vuelta
de tres horas sin tomar nada y vuelva para poderse hacer el TAC. Para entrar en
quirófano, igual que para hacerse algunas pruebas diagnósticas, te obligan a
desnudarte y ponerte una bata generalmente corta, atada precariamente con un
cordón. Los primerizos son enternecedores, porque están en el área de espera
con la escasa bata que no tapa casi las partes pudendas (genitales) y muchas
veces puesta al revés, con unas fundas de plástico en los pies y cabeza y
pelados de frio. No piensen que esto impidió a un preso escapar cuando la
policía le quitó las esposas para entrar en la sala de pruebas diagnósticas,
dio un empujón al policía, empezó a correr y se perdió por el hospital. Por
cierto, no lo cogieron según nos contaron más tarde.
Hacerte una Resonancia Magnética no es plato de
buen gusto porque te tienen en un tubo largo, inmóvil, siguiendo instrucciones
de inspirar y expirar, durante un largo tiempo, con una pera de goma en la mano
que puedes apretar si te pasa algo. Una de las veces que me hicieron una,
estaba yo esperando que terminara el enfermo que me precedía cuando sonó una
alarma, con luces intermitentes. Las enfermeras entraron en la sala del aparato
y soltaron al que estaba en el tubo que era un tipo relativamente joven, con
pijama de ingresado y que salía diciendo que a él ya no lo metían más en el
tubo y las enfermeras diciendo que no habían terminado y llamándole cobardicas.
Las colonoscopias tampoco son muy agradables,
sobre todo si son por las mañanas y 6 horas antes tienes que tomarte el segundo
envase de evacuante, es decir entre las 3 a las 6 de la noche. Entre el
evacuante que te tomaste a las 12 p.m. y el nuevo a las 4 a.m. terminas con
unas tiriteras de las que es difícil salir, da lo mismo que te pongas una
manta. Lo mejor es tener preparada una manta eléctrica y aun así tardas en
recuperarte.
Son anécdotas* que recuerdas incluso con cariño,
indudablemente algunas de ellas te han pasado a ti y no son tan agradables pero
lo que sí tienes claro es que fuera del hospital la vida es maravillosa. La
gente joven no comprende bien esto, pero con los años lo va a comprender, a no
ser que los procedimientos diagnósticos avancen tanto que no sean invasivos o
claustrofóbicos o molestos, pero ya veréis que siempre hay algo que os fastidia
la vida y seguirá siendo válido de que fuera del hospital la vida es maravillosa,
claro que yo estoy hablando de un ámbito en que hay hospitales y el ir a ellos
no te cuesta un ojo de la cara porque tienes un seguro o servicio de salud que
te respalda.
*Nota: Obvio, significa muy claro, evidente, manifiesto, notorio, ostensible. Chusco, significa chistoso, gracioso, divertido. Anécdota, es un relato de un hecho extraño o divertido que se usa para entretener o ilustrar.
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