Ya hemos visto que el cribado es clave para
la prevención del cáncer colorrectal. Otras medidas preventivas: adoptar un
estilo de vida físicamente activo, y mantener un peso saludable durante toda la
vida; consumir una dieta saludable con énfasis en fuentes vegetales; limitar el
consumo de carnes rojas y procesadas, así como las bebidas alcohólicas.
Las
conclusiones de la evidencia actualizada con relación a “Alimentación,
nutrición, actividad física y prevención del Cáncer Colorrectal” (World
Cancer Research Fund / American Institute for Cancer Research) y los
juicios del Grupo de Expertos, se muestran a continuación*.
Actividad física: Evidencia
convincente de que disminuye el
riesgo.
La
evidencia de que los niveles más altos de actividad física, dentro del rango
estudiado, protegen contra el cáncer de colon, es convincente. Hay abundante
evidencia epidemiológica de los estudios prospectivos que muestran un menor
riesgo de cáncer colorrectal con altos niveles generales de actividad física, y
hay evidencia de un efecto dosis-respuesta. El efecto es fuerte para el cáncer
de colon; sin embargo no hay evidencia de efecto para el cáncer rectal. El
efecto es fuerte y consistente en los hombres, pero menos fuerte en las
mujeres. Hay evidencia plausible (verosimil, creible) de los
mecanismos que operan en los seres humanos.
Actividad física de todo
tipo: ocupacional, doméstica, transporte y recreativa.
Alimentos que contienen fibra dietética: Evidencia convincente
de que disminuye el riesgo.
Existe
evidencia consistente sustancial de proteger contra el cáncer colorrectal a
partir de estudios de cohortes, junto con una clara relación dosis-respuesta,
apoyada por la evidencia de mecanismos plausibles. El efecto es evidente en los
hombres y las mujeres.
El
Panel CUP (Continuous Update Project) convencido de que la evidencia de un
efecto protector de los alimentos que contienen fibra dietética se había
fortalecido y por tanto podía ser ascendido a convincente (anteriormente consideraron
que solo protegían probablemente).
Incluye alimentos conteniendo
naturalmente fibra o alimentos que tiene la fibra añadida. La fibra dietética
está contenida en alimentos de origen vegetal.
Ajo: Evidencia probable de que disminuye
el riesgo.
La
evidencia, aunque no abundante y principalmente a partir de estudios caso
control, es consistente, con una relación dosis-respuesta. Hay
evidencia de mecanismos plausibles. El Ajo probablemente protege contra el
cáncer colorrectal.
Leche: Evidencia probable de que disminuye
el riesgo
La
evidencia sobre la leche de estudios de cohortes es razonablemente consistente, apoyada por
la evidencia más fuerte del calcio dietético como un marcador. Hay
evidencia de mecanismos plausibles. La leche probablemente protege contra el
cáncer colorrectal.
Cualquier
efecto de la leche en la reducción de riesgo de cáncer colorrectal es probable
que sea mediado al menos en parte por el calcio, que restringe la proliferación
celular y promueve la diferenciación y la apoptosis en células normales y
tumorales colorrectales. La leche incluye muchos otros componentes bioactivos,
que también pueden jugar un papel.
Leche de vaca. La mayoría de
los datos vienen de poblaciones de altos ingresos, donde el calcio puede ser
tomado como un indicador del consumo de leche/lácteos.
Calcio: Evidencia
probable de que disminuye
el riesgo
En
general, hay evidencia consistente de estudios de cohortes sobre calcio en la
dieta, calcio total (dieta y suplementos) y los suplementos de calcio. El
efecto fue evidente en los hombres y las mujeres. Hay evidencia de mecanismos
plausibles. El calcio probablemente protege contra el cáncer colorrectal.
La evidencia deriva de
estudios usando suplementos a una dosis de 1200 mg/día.
Verduras sin fécula, frutas y alimentos que contienen vitamina
D:
Existe evidencia limitada
de que protegen contra el cáncer colorrectal.
Alimentos que contienen
ácido fólico, pescado y selenio y los alimentos que lo contienen: La evidencia
es menos consistente y era demasiado
limitada para sacar una conclusión.
Carne roja y Carne procesada: Evidencia convincente
de que aumenta el riesgo.
Una
cantidad sustancial de datos de estudios de cohortes mostró una relación
dosis-respuesta, apoyada por evidencia de mecanismos plausibles que operan
en humanos. Carne roja y carne procesada son una causa convincente de cáncer
colorrectal.
Hay
varios mecanismos subyacentes potenciales para una asociación positiva de
consumo de carne roja con cáncer colorrectal. La carne roja contiene hemo, que
promueve la formación de compuestos N-nitrosos potencialmente cancerígenos, así
como formas alquenales citotóxicas de la peroxidación de grasa. La carne roja
cocida a altas temperaturas, resulta en la producción de aminas heterocíclicas
e hidrocarburos aromáticos policíclicos que pueden causar cáncer de colon en
personas con una predisposición genética.
El término de carne roja se
refiere a carne de vaca, cerdo, cordero y cabra, de animales domesticados.
La carne procesada es
carne preservada por ahumado, curado o salado, o adición de conservantes
químicos.
El grupo hemo es un cofactor que consiste en un ion Fe2+ (ferroso)
contenido en el centro de un gran heterociclo orgánico llamado porfirina, hecho
de cuatro grupos pirrólicos unidos entre sí por medio de puentes metino.
Bebidas alcohólicas (hombres): Evidencia convincente
de que aumenta el riesgo.
Hay evidencia amplia y generalmente consistente de
estudios de cohortes. Una relación dosis-respuesta es evidente. Hay evidencia
de mecanismos plausibles. Para cáncer colorrectal y cáncer de colon el efecto
parece ser más fuerte en los hombres que en las mujeres. El etanol de las bebidas
alcohólicas es una causa convincente de cáncer colorrectal en los hombres; y es
probablemente una de las causas en las mujeres.
Metabolitos reactivos del alcohol tales como acetaldehído
pueden ser cancerígenos. Hay también una interacción con el tabaquismo. El
tabaco puede inducir mutaciones específicas en el ADN que se reparan de manera
menos eficiente en presencia de alcohol. El alcohol también puede funcionar
como un disolvente, aumentando la penetración de otras moléculas cancerígenas
en células de la mucosa. Además, los efectos del alcohol pueden ser mediados a
través de la producción de prostaglandinas, peroxidación de lípidos, y la
generación de especies reactivas de oxígeno de radicales libres. Por último,
grandes consumidores de alcohol pueden tener dietas bajas en nutrientes
esenciales, haciendo a los tejidos susceptibles a la carcinogénesis.
Gordura corporal o gordura abdominal: Evidencia convincente
de que aumenta el riesgo.
Existe
evidencia epidemiológica abundante y consistente de una clara relación
dosis-respuesta, y la evidencia de mecanismos plausibles que operan
en humanos. La evidencia de que una mayor gordura corporal (índice de masa
corporal) o mayor gordura abdominal (circunferencia de cintura y/o razón
cintura a cadera) son una causa de cáncer colorrectal, es convincente.
Altura alcanzada de Adulto: Evidencia convincente de que
aumenta el riesgo.
Existe
una amplia evidencia epidemiológica de los estudios de cohortes, que es
consistente, y hay una relación dosis-respuesta clara, con evidencia de
posibles mecanismos que operan en humanos. La evidencia es convincente de que
los factores que conducen a una mayor altura alcanzada por el adulto, o sus
consecuencias, son una de las causas del cáncer colorrectal. El factor causal es
poco probable que sea la estatura en sí, sino los factores que promueven el
crecimiento lineal en la infancia.
Bebidas alcohólicas (mujeres): Evidencia probable
de que aumenta el riesgo.
El Etanol de las bebidas alcohólicas es probablemente
una causa en las mujeres. El juicio para hombres y mujeres son diferentes debido a
que hay menos datos para mujeres.
Queso y alimentos que contienen hierro, alimentos
que contienen grasas de origen animal y alimentos que contienen azúcares,
hay evidencia limitada
que indique que son causas de este tipo de cáncer.
*Cáncer
colorrectal, Informe 2011. Alimentación, Nutrición, Actividad Física y
Prevención del Cáncer Colorrectal (Colorectal Cancer 2011 Report. Food,
Nutrition, Physical Activity, and the Prevention of Colorectal Cancer).
World Cancer Research Fund / American Institute for
Cancer Research. Continuous Update Project Report. Food, Nutrition, Physical
Activity, and the Prevention of Colorectal Cancer. 2011. (http://www.wcrf.org/sites/default/files/Colorectal-Cancer-2011-Report.pdf).
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